Soy Suni y al igual que muchos niños surcoreanos, fui criada para convertirme en abogada, doctora o profesora de universidad. Mis padres me hacían estudiar mucho desde muy pequeña y no tenían tiempo de hacer cosas que los niños normales hacen. En Corea del Sur es importante el estatus y las apariencias:, por ello, mis padres querían hacer ver que yo era “ inteligente”, apuntándome a una escuela para superdotados, y además querían mostrar que yo era un prodigio en la música. Cuando empecé a tomar clases de violín mi, por aquel entonces, corta, pero triste vida cambió. No solo descubrí que mi habilidad con el violín era magnífica, sino también que me hacía muy feliz tocar bonitas melodías.
Pasé años con este sistema de mantener a mis padres felices hasta que fui lo suficientemente mayor y tuve suficiente valentía de hablar sobre lo que realmente quería, dedicarme al violín. Entonces todo se volvió oscuro, mis padres nunca aceptaban lo que yo quería, solo les importaba lo que podía pensar y decir la gente sobre mi decisión. En este país, los artistas de cualquier tipo no son bien reconocidos, a no ser que favorezcan a la economía del país como los ídolos del K-pop.
Son pocas familias Las que apoyan a sus hijos que quieren dedicarse a cualquier tipo de arte, como era de esperarse, mi familia no es una de ellas; de hecho, recuerdo los castigos que obtenía cuando estaba en secundaria por parte de mis padres, todo por pasar el poco tiempo libre que a veces me quedaba en tocar el violín. Sufrí muchos abusos físicos y verbales por su parte, me hacían sentir que no valía para nada para luego obligarme a estudiar durante horas hasta que me sangrase la nariz.
Estaba atrapada, ellos controlaban mi vida, nunca tuve amigos de verdad y por supuesto, nunca pude saber qué era el amor; todo eso obstaculizaba mi aprendizaje para poder ser exitosa en un futuro según mis padres.
Yo crecía y mi vida era igual de miserable, todo por conseguir esa meta que no era mía. Ellos consiguieron arrebatarme la infancia, mi mayor sueño y por último, la vida.
